Pajaritos por aquí.
Los pájaros siguen volando entre desengaños, abandonos y poca vergüenza, con más ingenuidad que alas, y sin demasiada racionalidad, que para qué sirve, releches.
Los duendes verdes también se asoman por estas páginas. Los duendes verdes, como todo el mundo sabe, conceden sólo un único deseo. Esta peculiaridad más lógica hace que la cosa sea, para aquel que tenga que elegir, mucho más difícil pero también, qué duda cabe, bastante más emocionante.
Esta noche debo recordarme que tengo que seguir dibujando.
Es que a veces se me olvida...