miércoles, 3 de junio de 2009

Donde el mar acaba y V







Acaba así, con esta quinta entrega y como quien no quiere la cosa, esta pequeñita historia que no tiene ni mar ni enjundia, a qué engañarnos.
Ha servido apenas para presentarnos al caracol bombero, al brazo con brazos y al cigarro pensativo que volverán sin duda a estas páginas y a estas horas. 
Pues con eso vale.
La historia acaba con un mar acabado pero presente a fin de cuentas. Así son las cosas. Un mar que no se extingue y que existe y que se nos presenta y nos acompaña aún en su misterio. Paradojas con olas al ritmo de una brisa.
Lo que sí es cierto es que el caracol bombero se ha quedado con ganas de más protagonismo.
Habrá que dárselo, what remedio.