

Imagino que no es bueno anticiparse demasiado o te cuelas de viñeta.
El coche a vapor sigue definiendo el mundo a su manera: Volvemos a la infancia, comemos manzanas y esperamos a que las circunstancias nos sean, maldita sea, un poco más favorables.
Mientras pasa o no, los jugadores de baloncesto miran las estrellas. Los de fútbol no.