Tras casi un año desaparecida de estas páginas, vuelve "El coche a vapor" con su entrada número 50.
El coche a vapor, que pasa por ser mi primera tira cómica, nació con esa absurda idea de ir definiendo el mundo a través de sus sustantivos, sin ningún diálogo y en solo tres viñetas.
Tras más de 1000 definiciones ha tenido su merecido descanso, pero hoy vuelve a la carga.
Creo que era Kirk Douglas el que decía, hablando del director de cine Joseph L. Manckievicz, que era un genio pese a ser "demasiado intelectual". No seré yo el que pretenda compararse con nadie, y menos de semejante altura, pero sí que creo que, de algún modo, esta es mi tira, definitivamente, más intelectual.
Y no lo digo, como en el caso del padre de Michael, en sentido peyorativo.
La cuestión es que había que celebrar este reencuentro, esta cifra redonda, con algo especial, así que me he decidido a subir el cortometraje-resumen de animación que hice de estas tiras, que sin dejar de ser bidimensionales se pasaron al mundo del movimiento simulado.
En un rato, a lo largo de la tarde, os seguiré contando. Eso sí, sin mucha más intelectualidad por mi parte, y es que colocarle la "L" de cincuenta a un coche que lleva más de mil definiciones no es propio de la élite, qué queréis que os diga...