Todo el mundo baila y yo dibujo.
La vida también es un poco así.
Todo el mundo agita los brazos al ritmo de los días y yo busco los trazos, las huellas del lápiz, las tintas planas.
Hay pájaros y gente en todo esto, pero eso es ya otra historia.
Todo el mundo baila y yo dibujo.
Y al dibujar bailo, claro que sí, pero no se lo digáis a nadie, que me da vergüencita.