lunes, 25 de abril de 2011

La semana mañana I

















Que me falta la vergüenza es una cosa ya sabida, que hago bien uso de esa carencia algo palpable a ojos vista, y que encima me gusta resulta indiscutible.
Así que allá que vamos.

Estamos de celebración, ayer se cumplieron la cien primeras entradas de la tira "Mañana empiezo" (más de 600 historias), y la cosa no se iba a quedar en una simple entrega triple.
Claro que no...

He decidido pues inaugurar "la semana mañana" (qué me gusta el título) y hacer un crossover total donde la mano vaga y sus compañeros de fatigas se pasearán por fotografías, pájaros, dibujos y demás, expandiendo su universo de vagancia y desenfado por todos los rincones de este blog.
Era lo menos.

Y empezamos como buen lunes con diversas fotografías de viajes, que permiten a la mano ocupar en sueños el museo del Louvre, decorar con estilo las suaves cadencias de las curvas de la arquitectura de Niemeyer, o descansar como corresponde en un hotel de Sao Paulo.
Permitiremos igualmente que el lápiz se sienta útil en los restos de la biblioteca perdida que se encuentra en Tombuctú, que la mesa olvidada se crea puente en la inconmensurable ciudad de Shanghai, que la bombilla ilumine con tibieza un mercadillo en Hangzhou, que la mano dispuesta se convierta en guerrera y guardadora de la tumba de un emperador loco, y que, cómo no, la luna mora acabe iluminando la noche de las mezquitas en la mágica ciudad de Estambul.

Una manera como otra cualquiera de empezar la semana mañana.
A ver mañana...