domingo, 10 de abril de 2011

365 irrefutables razones que nos llevan a pensar que 1+1 no son 2 (XIV)



092) Porque si a una frenada le sumas otra frenada, te pasas de frenada.

093) Porque Demetrio Hernández se pidió una ración de gambas para él solo, estando de vacaciones por las costas gaditanas el caluroso verano del 2008, ya que una novia polaca que tuvo con diecisiete años, mientras estudiaba interno en un colegio de Hungría, le había hablado maravillas de los carabineros de Bolonia (al parecer porque ella lo había leído en la revista Stern, mira tú qué cosas).
Demetrio se comió una a una las doce gambas a la plancha que conformaban su ración. Chupaba sus dedos cada poco tiempo, notando cómo la sal activaba su cerebro, y sumergiendo sus pensamientos en un océano de placidez y armonía.
Pero en ese estado de autocomplacencia Demetrio no se paró a pensar en lo que más le convenía: Y Demetrio se pidió otra ración de gambas.
¡Ay, Demetrio!
Quería seguir sintiendo la jugosa sangre de las cabezas de aquellas cucarachas rosas en su paladar inquieto.
Quería prolongar la nostalgia del recuerdo de los ojos de Ludmila en su atribulado corazón de puzzles y puntadas sin hilo.
Y claro, así las cuentas no salen.
1+1 no son 2, ni siquiera 24.
Una ración de gambas y otra ración de gambas, para uno solo, sobre todo cuando tu cabeza se llena de amor y nostalgia, acaba en el caluroso baño de un chiringuito de playa, perdiendo no solo las veintiuna gambas que llegaste a comerte, sino también el cruasán de chocolate con zumo de naranja que tomaste a la mañana.
1+1 = corte de digestión + un corte de rollo.

094) Porque Un Nerd Ofuscado + Una Niña Oligofrénica dan para bastantes más que dos series de televisión. Y lo peor de todo es que los productores lo saben.

095) Porque Efrén García besó en los labios con denodada pasión a Paul Douglas el invierno de 1995, y eso que apenas si se habían conocido dos horas antes en el Pub que regentaba a las afueras de Valdehornillos el primero de ellos.
Fue un poco de cortejo, un poco de vicio, un poco de atracción y un poco de olvidarse de Cristobal y Melvin respectivamente, que por diversas razones que no vienen al caso aquella noche no iban a entrar en esta ecuación.
Así que ni cortos ni perezosos, en el almacén donde Éfren guardaba las cajas de Mahou que siempre había que reponer al final del día, los dos hombres se dejaron llevar por sus más apasionados impulsos y bien a gusto que se quedaron.
Y es que siempre es así. Cuando sumamos una vida a otra vida, cuando añadimos una pasión a otra pasión, un momento a otro momento lo único que obtendremos (y no es poco) es una vida mayor, una pasión más desbordada, un momento más intenso, más pleno y más completo.
¡Sumar es exponencial, joder!

096) Porque si sumamos un no a un no, la cosa es confusa. Dos negaciones seguidas pueden significar que no, o puede significar que sí. 1+1= inescrutable.

097) Porque vamos a ver, ¿qué es un 1?, ¿es una Unidad Negada en la ONU?, porque si fuese así, por mucho que nos duela y sintamos que estamos frente a una injusticia, si ese UNO no es reconocido como las instituciones internacionales demandan, si antes de sumar (antes si quiera de emprender las acciones legales pertinentes para poder sumar) no tenemos una resolución de las Naciones Unidas -esquivando por supuesto a China, que siempre quiere poner su veto, maldito sea el día en que lo inventaron- aquí no suma ni Dios.
Sin la ONU no hay UNO.

098) Porque un 1 minúscula + otro 1 minúscula dan un 1 mayúscula.
1+1= !