viernes, 30 de abril de 2010

Los pájaros botones y la línea pillastre














Eso de dibujar y no mancharte el canto de la mano, que no, que no me acostumbro...

Y sin embargo tiene todo ese encanto de lo improvisado, de lo inmediato, de lo "te mato antes de pillarte, pillastre".
Y tiene todo lo que el dibujo es: nada de pensar y sí dejar que vuele, gesto y trazo, la paleta que se abre, las ondas que surcan el soporte y luego veremos.
Pero el peso, se echa de menos el peso...

Aún así salen los carneros felices entre matorrales, salen los pájaros botones de un hotel que no existe, salen saludos tristes y encogimientos varios.
Sale el dibujo dispuesto a mostrarse sobre los pixeles.

Y es que a estas alturas, a quién le importa...