sábado, 6 de septiembre de 2014

Té y grafitos



























Hubo muchas, pero una de las principales razones para comenzar este blog hace ya más de cinco años fue "obligarme a dibujar".

Uno, perezoso y disperso hasta el límite de la indolencia, acaba descubriendo hasta qué punto la disciplina -al menos un poco- es necesaria para que salgan cosas.
Y aunque no salgan, que en el fondo eso es lo de menos.

Hoy, en el retome de las cosas, me veo en una tesitura parecida: necesito dibujar.
Sé que entre estas entradas hay y habrá mucha desvergüenza y pocos trazos, pero si como hoy me acabo viendo alguna que otra mañana de sábado a medio camino entre el té y los grafitos, todavía con legañas, daremos por bien todos los calendarios rotos, y seguiremos en la lucha.