martes, 2 de marzo de 2010

Viaje a Estambul II















Vuelta de tuerca a la miscelánea de rostros, calles, mercados y mezquitas en las que se convierte la antigua Bizancio...

Con el recuerdo del frío de sus calles, de la gente, el caos y la vida en las aceras, me sigue llegando el olor de las especias, de la carne asada, de la humedad de las inmensas bóvedas de las mezquitas.

Desde luego Estambul transmite mucha tradición oriental pero unas inmensas ganas de abrirse a Occidente. Ganas de seguir siendo punto de encuentro y fusión de culturas.
Un puerto abierto al mundo donde el mar une, acerca y comunica.

Los hiyab coloristas, las miradas limpias, los oficios de toda la vida en las esquinas de las calles.
Tradición y modernidad que también se dan la mano, y mil paseos, cámara en ristre, para acercarse a esa torre de Babel que se desparrama a orillas del Bósforo.

Y con un click, tratar de captarlo...