miércoles, 10 de marzo de 2010

Las definiciones de un coche a vapor VI











A veces ocurre que se te ocurre.
Es, desde luego, más sorpresa que inmodestia, que no os quepa duda...

Y es que a veces piensas o imaginas una cosa y ni sabes por qué. A veces esa idea fugaz decide quedarse y te das cuenta lo genial que es y lo poco que te pertenece.
Normalmente, esa idea, siempre que vuelves a verla o la sorprendes en un dibujo, un corto o una tira, no la reconoces como tuya.
Y te encanta...

Eso me pasó, más o menos, con el esfuerzo inútil por hacerse invisible.
No recuerdo cómo se me ocurrió ni cómo vino a mi cabeza.
Pero sí que recuerdo que nada más caer en ello me hinché de reír.
Hoy, cuando han pasado más de veinte años de aquella ocurrencia absurda, todavía me sigue haciendo gracia.

Vale, no es una idea genial. 
Vale, no es la mejor tira del mundo. 
Pero me sigue haciendo gracia. 
Me sigue sorprendiendo.

Qué más puedo pedirle....
Igual, como diría nuestro amigo Sergio, "que no se parezca tanto a mí..."