domingo, 8 de agosto de 2010

Mañana empiezo LXVII







La paradoja del dibujo que dibuja (o más bien que no lo hace).
La paradoja del dibujado que se sabe como tal, y que aún así no se proyecta.

Y las ideas negras, y el futuro vegetariano.
La mano busca también su futuro y me dice y me pide y exige (todo eso mientras duerme).
Algo haremos con ella, qué remedio.
Igual acompañarla en sueños.