jueves, 1 de octubre de 2009

¡Caracoles!







Caracoles, sí, o variaciones sobre un mismo tema.

Un caracol subiendo la rama de un árbol tiene algo de escalera, en un amplio sentido del término. Escalera que sube, escalera de espiral, escalera que no acaba. 
Peldaños lentos en forma de rama que nos llevan quién sabe dónde...

Una caracol con patas que escala un árbol sencillamente no sabe a dónde va. 
No te diré yo dónde va quien lo dibuja.
Un caracol con patas y escalera aparte de bombero resulta intrépido, y arriesga la seguridad de su casa en inestables equilibrios.

Dibujar puede que tenga mucho de ese arriesgado funambulismo.
Y es que así ando esta noche: Subiendo y redundando.