miércoles, 25 de febrero de 2009

De bomberos IV



Me encontré una tortuga de cuatro colores. Andaba lenta a dos o tres patas, muy chula ella. Pensé en echarle agua como en un incendio, pero al mirarla me guiñó un ojo. Caminé un rato más a su lado hasta que ella dobló y nuestros caminos, sus patas y mis días se separaron.
Yo fui feliz, y cómo quería preguntarle.