Siempre es un placer y un privilegio ver de cerca los dibujos de Marta Morón.
Con motivo de su reciente exposición he tenido, además, la suerte de acercarme a ellos con mi cámara, para ayudarle en la creación del catálogo y demás imágenes del evento.
Navegar en su textura, perderse en los detalles, dejarse arrastrar por los matices, embriagarse de su delicadeza. Todo y más a través del pequeño visor que se abre al mundo.
Y qué gusta jugar cuando del juego se bebe. Y qué gusta perderse cuando ante el encuentro te hayas.
Hoy me he dejado seducir más por la sombra, sabiendo que sus dibujos son luz, pero es mucho hay de inabarcable en estos dibujos que con apenas nada resultan todo.
