lunes, 31 de agosto de 2015
Viaje a India I
India.
Una palabra tan chica donde tanto cabe.
Mi segundo viaje a India. Tanto tiempo -veinticuatro años- lo separan del primero que acaba siendo, como no podía ser de otra manera, un viaje diferente.
Y más he cambiado yo que el país, qué duda cabe.
También cambia, pero esto debo pensarlo más despacio, mi relación con la fotografía. Quizá de una manera definitiva.
La he sufrido, en este viaje, como nunca, siendo India como es el paraíso de un fotógrafo.
Pero de ese sufrimiento no me atrevería decir que nace una separación o un abandono. Más bien un desconcierto. Sé que he seguido haciendo más o menos lo mismo, y las fotos que vuelven en la tarjeta vienen siendo más o menos las mismas que las de otros viajes. Pero no las sensaciones.
Quizá no haya que pensarlo demasiado, quizá baste con esperar al nuevo viaje, a la mochila al hombro, a mirar aquel nuevo país a través de su gente, de sus gestos. Y a seguir sufriendo con ello.
Al final, para qué tantas vueltas, en la naturaleza de la fotografía -como en el de la vida- está la insatisfacción eterna.