sábado, 25 de junio de 2011

365 irrefutables razones que nos llevan a pensar que 1+1 no son 2 (XXV)


169) Porque los unos tienen los ojos en su parte de arriba, en el rabillo que cae para abajo, así que si no se miran difícilmente se pueden sumar.
¡¡Para sumar hay que mirarse!!
1+1, mientras ninguno de los unos se gire, seguirá siendo 1+1 ad eternum...

170) Porque las matemáticas son una paradoja en sí mismas.
Si pudiésemos admitir que un uno más un uno es igual a dos (lo que está claramente por ver) tendríamos que admitir que un cero más un cero es igual a cero, que un dos más un dos igual a cuatro, un tres más un tres igual a seis y así hasta el infinito.
Así que un algo + un algo = vete tú a saber.

171) Porque hay unos que se rebelan y unos que aceptan lo que se les dice son inmutarse.
Hay unos que luchan por mejorar la realidad que les rodea y se manifiestan contra las injusticias de los poderosos, mientras que otros unos creen que no merece la pena luchar porque total nada va a cambiar y los poderosos seguirán haciendo lo que quieran.
Hay unos que dedican su vida a mejorar la de los demás, aunque haya unos que solo sean capaces de ver lo peor que les ofrece la tele para no tener que pensar.
Así que cuando sumamos esos unos a esos otros unos, 1+1=1,05

172) Porque un o + un o hacen un O de asombro más propio de los espectáculos de Houdini, aquellos en que el mago moría cien veces intentando salir de una pecera, encadenado y sin llaves cual esquizofrénico peligroso, para renacer borracho de absenta en un callejón cualquiera del viejo Londres victoriano.

173) Porque Jean Baptiste Joseph Fourier, matemático francés que nació el 21 de marzo de 1768 en Auxerre, publicó la "Teoría analítica del calor", donde estableció la ecuación diferencial parcial que gobierna la difusión del calor a través de la representación de una función como una serie de senos y cosenos.
Los cosenos él los conocía muy bien, pero de senos andaba más bien perdido.
Tuvo que ir, la ciencia obligaba, a la famosa casa de citas de Madamme Chollet, a buscar la doncella más dotada en esos menesteres.
Y fue allí, rodeado de carne y deseo, en el más tierno y profundo de los calores con esencia materna (¡aquello sí que era difusión del calor!) donde se dio cuenta que es imposible separar la existencia de dos senos como la suma por separado de cada uno de ellos.
Dos senos son dos y uno al mismo tiempo, y yo quiero morirme, Adelle, con el hermoso calor que desprenden los tuyos...

174) Porque así son de desesperantes los efectos ópticos de la publicidad imperante hoy en día. Para poder tener un helado del mismo tamaño al que anuncia esa modelo que me mira a mí directamente a los ojos, hay que comprarse por lo menos dos, por lo que en publicidad, en realidad lo que ocurre es que 1=1+1.

175) Porque el más (+) no es en realidad un más. El más es en realidad una línea que vive en Houston y a la que puedes contratar como asesina a sueldo.
Como la máquina de matar perfecta que es, sólo acepta los casos que ella quiere, y desconocemos su nombre tanto nosotros como Scottland Yard y su tía Mary.
En este caso que estamos analizando (1+1) la línea había sido contratada para matar a los dos unos a la vez, sin dejar huella, y la cámara que había en una gasolinera a las afuera de Houston captó el momento en que la línea asesina sacaba dos cerbatanas envenenadas dirigidas a los dos unos.
Y sí, de esto, como vosotros mismos estaréis pensando, podemos sacar dos conclusiones.
1.- Que 1+1 será igual a 0, muerte y destrucción.
2.- Que la línea asesina tiene dos bocas.