Un año más, y en colaboración con la Uned de Melilla, los alumnos del Ciclo de Fotografía Artística de la Escuela de Arte de Melilla han expuesto las imágenes capturadas durante la edición del año anterior, así como preparan y calientan ya sus obturadores en busca de las fotografías que puedan conseguir en esta.
Es un disfrute a la vez que una buena manera de aprender.
La exposición es un perfecto reflejo de esas inquietudes, aprendizajes y hallazgos.
Que no se quedarán ahí, eso seguro.
En esta ocasión me ha tocado diseñar/dibujar el cartel de dicha exposición.
Una buena excusa para perderme de nuevo entre líneas, para combinar música y trazos, para enfrentar a ese jazz con esa cámara, y que de esa lucha surja la imagen.
Como siempre aprovecho para enseñar un poco del proceso hasta llegar al cartel final.
Que el disparador esté listo, y que el saxofón no pare...