jueves, 24 de febrero de 2011

Las definiciones de un coche a vapor XLI



Yo no tengo vergüenza, es cierto, pero aquí nuestro amigo el coche a vapor tiene menos, y ni falta que le importa.
Menos mal que sus ansias de tridimensionalidad duran lo que esta tira y todo volverá al mundo plano tal y como ya sabemos que es, circunscrito a esas tres únicas viñetas donde todo cabe.

Lo mejor -dice él- es que su tres de no necesita gafas, y eso es porque, gracias a su juventud, todavía ve bien de lejos.