Tomarse un helado entre el olvido.
Dudar entre flores y martillazos.
Así pasa el coche a vapor sus días.
Define, vuela y tiene miedo.
Le crecen telarañas, se entrega, o tiene televisores de gama baja con antenas parabólicas.
Todo cabe en su pequeño mundo de tres viñetas.
Ese que todo lo abarca.