domingo, 23 de diciembre de 2012

365 irrefutables razones que nos llevan a pensar que los mayas tenían razón y el fin del mundo llegó el 21/12/12 (I)


001) Porque sí

002) Porque llevo un par de días sin ver al mundo. ¿Alguien lo ha visto por ahí? Desde hace dos días yo salgo, y paseo por el mar, y bebo cerveza sin alcohol, y leo libros, y echo de menos a personas, y veo series.
Y del mundo ni rastro.
Ni rastro, oiga.

003) Porque lo digo yo, lo dicen los mayas y lo dice María Pérez Payá.

004) Porque como ya se ha demostrado, el mundo es plano y, como también se ha demostrado, 1+1 no son dos. Así que si juntamos esos dos axiomas, un fin del mundo plano más un fin del mundo plano, da un fin del mundo tan plano tan plano que de ultrafino suma 0.

005) Porque otra cosa no (eran un desastre lavando cacharros, untando la mantequilla en los jabalíes y dándose besos sin saliva) pero los mayas sumaron bien sumados todos los datos astronómicos que su cultura había acuñado durante siglos, contando simplemente con los dedos y llevándose apenas una. Dos días antes del fin del mundo dejaron que reajustara todo el bueno de Mekat Uxmal, un becario sin alma, con la calculadora de su iPhone y sin sorpresa, los más sabios del lugar comprobaron que le dio el mismo resultado, solo que él, mirando la pantalla retina, encima sabía que no iba a llover.
Y con ello creó un evento.

006) Porque desde hace dos días estamos todos más mayá que pacá.

007) Porque estaban Dios, Yaveh y Alá en un chiringuito de Benalmádena un 20 de diciembre de 2012, pasando más frío del que serían capaces de admitir, cuando Yaveh le pidió un Martini no agitado, al estilo Bond, al camarero maya que trabajaba allí a tiempo parcial tras el ERE que sufrió el instituto de astrofísica donde trabajaba.
- No te lo agito- fue su respuesta, que de eso se encarga el mundo.
Y Alberto, el papá de Dios, sabía que aquel camarero tenía razón.