domingo, 16 de septiembre de 2012

Mañana empiezo CXLVII




Los poemas pesan y más en domingo.
Pesan tanto como las nubes, como los sueños, como los dibujos no hechos.
Y en ese peso nos dejamos arrastrar:  volamos entre nubes, dejamos el mañana para dibujar e imaginamos poemas hermosísimos que nunca escribiremos.